Hacienda del Abuelo fue fundada en 1921 por Don José Santos Zegarra Hinojosa y se encuentra ubicada en el valle de Vítor
Vítor fue una de las zonas más importantes de producción de vino y uva del Perú virreinal, a 1244 m s.n.m. Por más de 99 años la bodega sigue su legado y tradición familiar bajo la dirección de la tercera generación, quienes vienen aportando al crecimiento de la marca con el mejoramiento de sus viñedos, la implementación de equipos de vinificación, recuperación de las antiquísimas tinajas, la compra de barricas de roble francés y las mejores botellas que se pueden conseguir en nuestro medio. No podemos dejar de mencionar la apuesta de la bodega por el diseño de atractivas etiquetas que transmiten una historia y un estilo de vinificación, como lo son las etiquetas de José Santos y Malbec de Tinajas, ambos vinos elaborados con una producción considerada mixta, es decir, con procesos artesanales y tecnológicos en la elaboración, donde la malbec, una de las uvas más populares entre los asiduos consumidores de vinos de calidad de nuestro país, es protagonista. También es importante destacar la inversión realizada por la bodega en la contratación de la asesoría del reconocido enólogo Guillermo Arancibia, quien con su experiencia y conocimiento ha contribuido al desarrollo de los dos vinos emblemáticos con proyección internacional.
Respecto a la malbec, los hermanos Zegarra cuentan en tiempos de la colonia en el año 1790 llega la uva malbec al valle de Vítor para la elaboración de vinos en las tradicionales tinajas de arcilla fina, lo que hizo que este acogedor valle gozara de una fama que traspasó fronteras.
El valle de Vítor se encuentra a 50 km de la ciudad de Arequipa y goza de un clima cálido y fértiles tierras de cultivo. La historia cuenta que las primeras viñas evolucionaron de la designación de tierras en los márgenes del río Vítor, otorgadas por el Cabildo en 1557 y así emergieron las primeras plantaciones para la vitivinicultura en la región de Arequipa, al sur del Perú. Entre las tantas referencias que encontramos en los textos y antiguos escritos destaca el del descalzo Carmelita Antonio Vásquez de Espinosa de 1629, quien al ocuparse de los valles costeños del sur de Nazca en su monumental obra “Compendio y descripción de las indias occidentales” refiere que «en el valle de Vítor hay viñas fértiles de donde se obtienen cien mil botijas de vino de calidad sin par, siendo al parecer mejores que los de Alicante u Oporto (Portugal)».